¿Qué
ordenador necesito para ejecutar máquinas virtuales?
A pesar de que el hardware de la máquina virtual es emulado, necesita unos
recursos mínimos para funcionar. Estos recursos se obtienen directamente del
hardware real del ordenador que la está ejecutando. De ese modo, si tienes un procesador de
4 núcleos y 8 GB de memoria RAM, y asignas 2 de esos núcleos y
4 GB de memoria RAM a tu máquina virtual, el rendimiento del sistema operativo
“real” se verá reducido a la mitad, ya que esos recursos dejarán de estar
disponibles para el ordenador y los empleará la máquina virtual mientras está
en uso. Cuando apagues la máquina virtual, el “sistema operativo real” volverá
a disponer automáticamente de esos recursos. Cualquier ordenador con unas
especificaciones mínimas puede ejecutar una máquina virtual y, de hecho, la
mayoría de ordenadores actuales soportan este tipo de software.
A continuación los requisitos mínimos.
Procesador. Debe ser
relativamente potente, ya que el ordenador y máquina virtual comparten recursos,
además, éste debe soportar la tecnología de virtualización. En los procesadores
Intel, esta función se conoce como Intel
VTx, mientras que en los de AMD se aparece como AMD-v. Además, esta función deberá estar habilitada en la BIOS (o
UEFI) del ordenador o no podrá ejecutarse la virtualización.
Memoria RAM: debe
tener buena cantidad de memoria RAM, esta dependerá del sistema operativo que
ejecuten tanto el ordenador, como la máquina virtual. Por ejemplo, para
ejecutar una máquina virtual de Windows XP en un Windows 10, basta con 6 GB
para que ambos sistemas se ejecuten de forma fluida. En cambio, esta cantidad puede ser insuficiente si se quiere
ejecutar una máquina virtual con macOS Sierra en un PC con Windows 10.
Espacio en el disco duro:
las
máquinas virtuales utilizan una serie de archivos que sirven como contenedor en
el cual se ejecutan. Estos archivos suelen ocupar el mismo espacio en el disco
duro que se le asigna al configurar la máquina virtual, es decir; que si
configuras una máquina virtual para que cuente con un disco duro virtual de 20
GB, el archivo contenedor en el que se ejecutará la máquina virtual ocupara ese
mismo espacio en tu disco duro. Por lo que tener suficiente espacio en tu disco
duro real como para alojar estos archivos de gran tamaño será vital para el
funcionamiento de la máquina virtual.
Tarjeta gráfica: este componente es necesario ya que el sistema
real deberá generar los gráficos de su propia interfaz, además de la interfaz
del sistema de la máquina virtual. Esto duplica el trabajo para este
componente, por lo que contar con un chip gráfico que ofrezca un buen
rendimiento hará más fluido el uso en ambos sistemas operativos.
El software hipervisor: es una de las piezas clave
para el uso de las máquinas virtuales ya que es el encargado de configurar,
crear, ejecutar y controlar el funcionamiento de la máquina virtual. Por
simplificarlo un poco su función, viene a ser el intermediario entre el
ordenador real y la máquina virtual. Existen varios programas que permiten configurar y ejecutar máquinas virtuales en
los principales sistemas operativos. Algunos nombres ilustres destacados
en esta categoría son VirtualBox, VMware, Parallels Desktop o Qemu. Además de
las máquinas virtuales que se ejecutan en los servidores de las webs y
servicios de almacenamiento en la nube, usas más máquinas virtuales de las que
imaginas. Sin ir más lejos, es probable que tengas una ejecutándose en tu mano
en este preciso instante.
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